El estudio del hombre es importante para responder a las preguntas acerca de quién soy y para qué estoy en el mundo. Las respuestas que se den a dichas preguntas resultan fundamentales, pues de ellas dependerá mucho de la orientación que cada uno dé a su vida tanto en la dimensión personal como en la social. La aproximación al hombre desde la razón necesita la complementariedad de la fe, que le abre un horizonte de mayor comprensión de la verdad. La revelación necesita de la razón para ser aprehendida, comprendida y aplicada. Por lo tanto, el curso de antropología filosófica y teológica, desde la síntesis entre fe y razón, busca dar una respuesta integral acerca de quién es el hombre y para qué está en el mundo, considerando la unidad entre la filosofía y la teología -fundada en la armonía entre fe y razón- y respetando la distinción entre ambas disciplinas.